El lavabo Flow es un lavabo de piedra, planteado como una pieza escultórica en la que las superficies fluyen de forma suave y armónica, creando interesantes encuentros superficiales que destacan los elementos funcionales del lavabo y que generan atractivos efectos de luz.

“En el diseño de este lavabo de piedra he huido de formas planas o de revolución. El volumen de la piedra es la protagonista, evocando al bloque y en definitiva a su origen”, explica Miguel Herranz, diseñador de la colección.

Resulta muy interesante el cambio de aspecto desde diferentes puntos de vista, siempre manteniendo un carácter escultórico. El hecho de que se cree un plano elevado, además de aligerar visualmente la pieza, genera un hueco inferior que cobra valor funcional para dejar pequeños objetos.

El particular diseño de este lavabo de piedra, genera un aspecto ligero ofreciendo, sin embargo, una amplia superficie de encimera. Por otro lado, el retranqueo de la base permite apoyar este lavabo sobre encimeras de 35 cm de profundidad, lo que le convierte en una pieza clave para espacios reducidos. El lavabo de piedra Flow se ofrece tanto en versión de sobremesa como de pared.

De la piedra que tú elijas

El diseño Flow es una pieza escultórica que puede convertirse en única, dependiendo de la elección de la piedra. “En el StonePark de Nerinea hay tantas referencias que ha sido muy difícil decantarse solo por algunas de ellas. Si bien disponemos de una colección de 6 piedras naturales para esta colección, podríamos llegar a producir el lavabo Flow, al antojo de su marchante”, explica Pablo Corral, director general de Nerinea.

La piedra vuelve para quedarse en estancias tan íntimas e importantes como los baños. El diseñador Miguel Herranz ha dado un paso más allá de lo establecido en lavabos de autor. Si quieres ver otros diseños de su colección baños puedes hacerlo aquí.